Historia de la explotación de la perla en Baja California Sur
Juan de Iturbe realizó un viaje a Baja California en 1615, A su en regreso a la capital de la Nueva España mostró un gran cargamento de perlas que causó admiración en la gente de la Colonia.
En 1629, Gonzalo de Francia declaró que el golfo de California era rico en perlas y que debia poblarse zona para impedir su ocupación por parte de las naciones enemigas.
Los placeres (yacimientos) de perlas más notables durante la época eran de Montealbam. Tembabiche, isla de Santa Cruz, Monserrat, Danzantes, Puerto Escondido. Loreto, del Carmen, Coronados y San Bruno.
Entre las muchas anécdotas que recogen los viejas crónicos, se cuenta el 12 arrobas de perlas (144 kg). Se sabe que obsequió a la reina de España un magnífico Collar.
En el siglo XIX la pesca de perlas se practicaba en tres distritos: el del norte que corresponde a Mulegé, el del sur a La Paz y el del centro a Loreto.
Placeres de Mulegé: Guadalupe, Hornillas, Santo Domingo, Amolares, Pocitos, Manglitos, isla Santa Inés, Isla de San Marcos, San Sebastián y San Basilio.
Placeres de Loreto: San Bruno, isla de Coronados, isla del Carmen, Puerto Escondido, Danzantes y de las islas de Monserrat y Santa Cruz.
Placeres de La Paz: cabo Pulmo, Tepetates, Ventana, Pozo, Zotole, Rosarito, Coyote, canal de San Lorenzo, Cerralvo, Merito, Pichilingue, Enfermería, punta Prieta, isla del Espíritu Santo e isla San José
Hasta el siglo XIX se siguieron explotando desmedidamente los mantos perleros de nuestro estado y fueron prácticamente saqueados hasta el agotamiento.
En la actualidad, la concha madreperla no se explota y su veda es permanente.
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