Don Gaston Vives y la industria Perlera de La Paz BCS.

Don Gastón Vives, como científico e industrial de las perlas, puso el nombre de México, y en particular, el de Baja California a la par de los otros países europeos y asiáticos, que también trabajaban en el cultivo de las perlas; y, como gobernante, supo honrar y dignificar no solo los cargos que ocupó si no al pueblo que legítimamente representó, en particular, al de la ciudad de La Paz, también llamada la capital de las perlas.

Criado en La Paz, inicio sus estudios se medicina y bioquímica en París. Ahí conocería a la nieva ciencia de la acuicultura, en particular del cultivo de las ostras. Regreso al lado de su madre cuando en 1880 su padre falleció repentinamente. Al mismo tiempo que sostuvo los negocios familiares, se afición al buceo con escafandra. En el lapso de cinco años fue nombrado diputado se minas, cuando loa minera del Distrito Sur de Baja California estaba en auge, y cónsul honorario de Italia. Su experiencia como buzo y empresario se concretó también al fundar la Compañía Perlífera de Baja California, S.A., que llegaría a contar con más de 500 empleados y 70 buzos.

Por sus buenas relaciones con los empresarios sudcalifornianos y con el régimen porfirista, fue designado como Presidente Municipal en 1894 y permanecería en este caro hasta 1914. Durante su administración se construyeron casi todas las obras añejas de la ciudad de La Paz: el ex Palacio del Ayuntamiento en la esquina de Belisario Domínguez y 16 de Septiembre, el traslado de los cementerios municipales al Panteón de los Sanjuanes, el Hospital Salvatierra (hoy Casa de la Cultura del Estado) y el Teatro Juárez.

En 1900 vendió la Compañía Perlífera de Baja California a capitalistas ingleses y en 1904 formaría una nueva empresa, dedicada ya no al saqueo incesante de los bancos de madreperla que casi se habían agotado, sino a su cultivo en Bahía de San Gabriel de la isla Espíritu Santo, al norte de la ciudad de La Paz. Para esto fundo con su hermano Edmond Vives, Dr. Manuel Hidalgo, Antonio Ruffo, Francisco A. González y el Lic. Eugenio Sánchez Laurel; la Compañía Criadora de Concha y Perla de Baja California (CCCP).

Como resultado de dos décadas de investigación personal, la CCCP llego a cosechar diez millones de conchas madreperlas al año, además de emplear a 6% de la población de La Paz. A la par que aumentaba la infraestructura perlífera y contrataba más personal, Vives motivo un desarrollo económico en la agricultura, ganadería y minería, por las necesidades de comida para sus trabajadores y la oportunidad de aumentar su capital.

El estallido de la Revolución Mexicana de 1910-1920 haría terminar toda esta prosperidad y empuje individual. Un enemigo personal de muchos fue designado en 1914 como Jefe Político del Territorio Sur de la Baja California. Su primera acción fue dinamitar los campos perleros de la CCCP y confiscar la fortuna de Gastón Vives. Pese a las protestas de este para que se le indemnizara o regresara su dinero, el caos que fue el país durante esa década, la perdida de influencias a nivel nacional y la satanización que se hizo del régimen porfirista con el cual estaba innegablemente identificado, sus empeños por volver a construir el emporio perlero no tuvieron éxito.

Murió en 1939, precisamente el año en que la concha madreperla fue declarada como extinguida en Sudcalifornia. Para el sembrador de perlas, Don Gastón Vives y para cientos de pescadores y armadores que por años trabajaron juntos, solo quedo en el tiempo la esperanza de rescatar aquella industria que fue parte de la identidad, orgullo y sustento de la ciudad de La Paz, y representaba el único centro productor y distribuidor de perlas en México para el mundo.